jueves, 21 de mayo de 2009

Como lucir una manos hermosas



Es posible corregir la forma y el tamaño de las uñas, aunque cada tipo de uñas necesita un tratamiento diferente.

También es posible saber que tipo de color va mejor en cada momento o a cada tipo de piel.

La forma y el tamaño de las uñas se pueden corregir muy ligeramente con la lima y el esmalte.

En las uñas cortas y anchas, los bordes deben dejarse crecer y no limar nunca hasta la carne; la forma, ligeramente ovalada.

En las uñas alargadas en forma de almendra, se liman respetando la forma del ángulo, es decir ovaladas.

En las uñas triangulares, se deben limar respetando milímetros de borde. Las uñas largas rectangulares, se liman rectas, sin apurar los bordes, siguiendo una línea perpendicular al dedo.

Y las uñas redondas, se liman en óvalo dejando crecer un poco los bordes para aumentar su longitud.
La base es indispensable, incluso bajo un esmalte transparente, para proteger las uñas y fijar el brillo. Este seca en unos minutos, pero no está totalmente hasta pasados 30 minutos.

Los aceites esenciales, algunos jabones y algunas cremas de manos pueden oscurecer el tono.
Después de la segunda capa, pasar el pincel por el borde de cada uña y hacer lo mismo con el fijador.

Los largos baños calientes no son buenos para las uñas, ya que deshidratan.

Los cepillos de uñas deben tener las cerdas rígidas para limpiar bien las bacterias y no separar el borde de la uña.

El esmalte de uñas no se debe secar jamás al sol, no sobre un foco de calor, ya que provoca que se levante enseguida y que la base se vuelva amarilla.

No hay que aplicar el brillo de uñas justo antes ni después del baño porque la humedad, como la grasa, impide su adherencia.

Para secar el esmalte instantáneamente, pasar los dedos por el grifo del agua fría unos minutos después de aplicarlo.

Si el color desborda en la piel, presionar con un bastoncito de algodón impregnado de desmaquillante justo en la mancha.

La elección del tono de las uñas es una cuestión de gusto, los tonos naturales, discretos, que siguen las variaciones de la carnación natural (marfil, blanco, mate, beige, rosa claro) resultan favorables en todas las uñas.

La gama de beige y todos los blancos están en perfecta armonía con las pieles blancas. Los rosas pálidos favorecen a las pieles mates u oscuras. Los transparentes son soberbios pero sólo sobre uñas impecables; si no, es mejor elegir el beige.

Por su lado los rojos vivos valorizan las pieles muy blancas o las francamente mate. Los rosas destacan sobre pieles ligeramente morenas.

Los tonos Burdeos se adaptan mejor a las uñas cortas y cuadradas. Los nacarados hay que utilizarlos con cuidado porque pueden llamar mucho la atención. Los tonos ciruela deben ponerse sobre uñas cortas y pieles blancas. Los tonos muy oscuros deben ir sobre uñas cortas y mejor sobre piel clara.

El negro, un color marginal en los esmaltes de uñas, debe reservarse para momentos muy especiales.

Publicado en Blogdemujer

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