Al momento de elegir un nuevo juego de sábanas, es preciso tener algunos factores en cuenta, como los colores, el diseño, el acolchado que acompañará, el precio, y el cuidado que requieren. Elegir sábanas puede ser gratificante, ya que la elección dependerá básicamente de tus gustos y necesidades particulares.
Además de abrigar, las sábanas (generalmente de lino o algodón) tienen la función de vestir la cama, en combinación con el acolchado. Tradicionalmente, eran de color blanco. Pero luego, se comenzaron a utilizar sábanas de colores, o con variados estampados, incluyendo imágenes temáticas o de personajes populares: algo muy habitual en las camas infantiles.
El juego de sábanas debe incluir una sábana–funda para el colchón -que generalmente es ajustable-, una sábana encimera –que es la que se coloca bajo la frazada o acolchado, y una funda para almohadas. En caso de que el juego de sábanas sea de dos plazas, deben venir dos fundas.
En cuanto al tamaño, las sábanas deben ser más grandes que la cama, ya que deben ser remetidas bajo el colchón para que se mantengan en su sitio. Además de tener una función higiénica (deben cambiarse semanalmente), brindan confort, algo que se logra eligiendo los mejores tejidos, de modo que la sábana sea, al tacto, lo más suave de la ropa de cama.
Calidad y precio
Conforme aumente la calidad de las sábanas, aumentará el precio, y eso es algo que debe saberse desde un principio. No obstante, mientras más alta sea la calidad de las sábanas, mucho mejor, ya que te durarán más tiempo, habrá menos riesgo de que se formen “pelotitas”, y serán más agradables al tacto.
Además de abrigar, las sábanas (generalmente de lino o algodón) tienen la función de vestir la cama, en combinación con el acolchado. Tradicionalmente, eran de color blanco. Pero luego, se comenzaron a utilizar sábanas de colores, o con variados estampados, incluyendo imágenes temáticas o de personajes populares: algo muy habitual en las camas infantiles.
El juego de sábanas debe incluir una sábana–funda para el colchón -que generalmente es ajustable-, una sábana encimera –que es la que se coloca bajo la frazada o acolchado, y una funda para almohadas. En caso de que el juego de sábanas sea de dos plazas, deben venir dos fundas.
En cuanto al tamaño, las sábanas deben ser más grandes que la cama, ya que deben ser remetidas bajo el colchón para que se mantengan en su sitio. Además de tener una función higiénica (deben cambiarse semanalmente), brindan confort, algo que se logra eligiendo los mejores tejidos, de modo que la sábana sea, al tacto, lo más suave de la ropa de cama.
Calidad y precio
Conforme aumente la calidad de las sábanas, aumentará el precio, y eso es algo que debe saberse desde un principio. No obstante, mientras más alta sea la calidad de las sábanas, mucho mejor, ya que te durarán más tiempo, habrá menos riesgo de que se formen “pelotitas”, y serán más agradables al tacto.
Una de las claves para elegir un buen juego de sábanas es prestar atención a la cantidad de hilos que tiene la tela. Lo ideal, es elegir sábanas de algodón o lino, de más de 144 hilos por pulgada cuadrada: tienen una terminación más firme y lustrosa, además de otorgar una textura aterciopelada y durar mucho más tiempo. Asimismo, los hilos más delgados tendrán una terminación más suave al tacto, ya que tendrán más hilos por pulgada cuadrada.
Por otro lado, hay sábanas de percal, que tienen de 180 hilos en adelante por pulgada cuadrada. Si no, hay sábanas de mezcla de algodón y poliéster, aunque las 100% algodón son más suaves que las que tienen mezcla, y no generan estática.
El mejor criterio para elegir sábanas
Las sábanas están elaboradas comúnmente con 50% de algodón y 50% de poliéster, lo cual las hace mucho más fáciles de secar y planchar. Para los niños y adolescentes, son la mejor opción, ya que deben cambiarse a menudo.
Para el verano, es mejor elegir las sábanas de 100% algodón, ya que brindan una mayor sensación de frescura. Las sábanas de algodón además son suaves y cómodas, y no hacen que el cuerpo transpire, ya que, al estar hechas de fibras naturales, son absorbentes y permiten que el aire circule a través de ellas. Pero en invierno, son aislantes y mantienen el calor del cuerpo, ya que, si bien permiten que el aire circule, lo cierto es que las capas de aire permanecen entre las fibras, y se entibian en contacto con el cuerpo.
Como plus, pueden ser lavadas muchas veces, sin que corran el riesgo de desgarrarse o formar pelusitas, incómodas al tacto.
Fuente: Guias
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Si te gusta el contenido y no quieres perderte ningún post, recuerda suscribir tu
e-mail en la parte derecha superior de la página.
No olvides también hacer tu comentario y dejar tu impresión debajo de este artículo, Muchas gracias!!
-------------------------------------------------------------------------------------------------