miércoles, 29 de julio de 2009

Preparando sus hijos para las clases

Con la llegada del mes de agosto, los padres iniciamos el viacrucis de preparar nuestros hijos para el próximo año escolar. Los bolsillos, apaleados y sin defensa, tienen que aguantar todavía el gasto extraordinario de libros, uniformes y materiales imprescindibles para iniciar la escuela.

Pero nuestra responsabilidad como padres es aún mayor; de nada vale la inversión en pesos y mochilas, si no enviamos a nuestros hijos correctamente desayunados para iniciar la jornada.

Muchos pararán en este punto y dirán que no tienen tiempo. Que la mañana no da para más! Que con los tapones y las distancias casa/colegio/trabajo, el desayuno puede sacrificarse porque los muchachos "compensan" con la merienda hasta el medio día. Craso error!

El desayuno es imprescindible.

Diversos estudios han demostrado que el rendimiento intelectual y físico de los niños está directamente relacionado con esta primera comida del día. Y aunque las necesidades nutricionales cambian a lo largo de la vida, las personas que desayunan disfrutan de una serie de ventajas:

• Mantienen en general una dieta más sana y alcanzan niveles de nutrientes recomendados. El desayuno es una comida que provee de nutrientes esenciales y que difícilmente pueden compensarse con otras comidas. En el caso de los niños en edad escolar, un desayuno equilibrado debe contener lácteos que aportan proteínas y minerales de alto valor biológico (leche, queso, yogurt); cereales, por ser un vehículo energético por excelencia; aportan hidratos de carbono y contribuyen a la presencia de la glucosa que es el combustible del cuerpo y, por supuesto, frutas, que satisfacen necesidades de líquido, vitaminas y nutrientes esenciales que deben ser incorporados diariamente al organismo.

• Mejoran el rendimiento cognitivo: los niños que desayunan muestran mejores y mayores niveles de concentración y resolución de problemas comparados con los que no desayunan.

• Desarrollan mejores hábitos alimenticios: el desayuno es una buena ocasión de interacción y la mejor manera de desarrollar hábitos. También ayuda a reducir el antojo de comer fuera de horas, consumir comidas chatarras o de forma inconsistente.

• Mantienen el peso: El desayuno tiene un rol fundamental a la hora de mantener el peso y, en consecuencia, los que desayunamos somos menos propensos al sobrepeso y la obesidad. La respuesta está en el punto anterior. Cuando desayunamos aguantamos con una ligera merienda hasta la próxima comida importante del día sin sentirnos tentados a darnos "atracones", hartarnos de porquerías o llegar con tanta hambre al almuerzo que comemos el doble de lo que realmente queríamos o necesitábamos.

Saque el tiempo:

Preparar el desayuno de sus hijos no es complicado y requiere una planeación mínima. Sugiero que se siente cinco minutos para que redacte un menú cíclico, sencillo de preparar y suculento en contenido.

Unos sándwiches con batidas o jugos de frutas; cereales diversos (de preferencia integrales y fortificados); leche baja en grasa. Tostadas con huevos, pancakes con miel; maicenas, harinas y avenas… Ninguna de las opciones anteriores le toma más de 15 minutos de preparación y sí muchas satisfacciones.

Si quiere ver buenas notas, muchachos despiertos y con ganas de aprender, coloque el desayuno en su lista de prioridades. No se va a arrepentir.

Por Himilce Tejada, Publicado en diariolibre.com
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